Tamaño:12 x 17 cm
Núm. de páginas: 392
Precio: 17.95
Edición:primera
Fecha de edición:marzo, 2013
ISBN: 978-84-15441-28-1
( Aviso: Hay algunos spoilers)
La tercera parte de Los Portales de Éldonon vuelve con más
aventuras y peligros para Carlos y sus amigos, quienes esta vez estudian en el
Ágora de las Musas. Pero no todo está tranquilo en Éldonon. Mientras que los
chicos aprenden a inspirar y varias artes como la filosofía o la música, Igua está en la Tierra, sembrando el pánico
entre los humanos. Así, la Instructora
Andina someterá a Carlos a un durísimo entrenamiento, porque la batalla final
está ya muy cerca…
La novela. ¿Qué me ha parecido?
Genial. Divertida. Entretenida. Llena de aventuras, suspense
y acción. Y aquí voy a mencionar un par de cosas que me han llamado la
atención o que he echado en falta:
1. De los tres libros que llevo leídos, éste ha sido el más
"relajado". También ha sido en el que los aprendices no han aprendido demasiadas
asignaturas creativas, ya que aprendían artes como la filosofía, la pintura o
la música. Lo de relajado no es porque se me haya hecho lento; al contrario, ha
sido porque los aprendices han estado la mayoría del tiempo inspirando a los
humanos, y eso me ha recordado a algo de meditación y me ha gustado mucho.
2. Michael. Este personaje que en los libros anteriores
parecía secundario, en La Última Musa se ha vuelto imprescindible para
averiguar los misterios de la novela. ¡Se ha vuelto un ratón de biblioteca, un
empollón en filosofía! He echado de menos al Michael de antes, el que era un
pasota, un chulito e iba en monopatín. De todos los personajes es el que más ha
cambiado. (Ahora que… muchas veces me acuerdo de él. Sí, la filosofía se me dá
fatal. No entiendo nada, me pasa lo que a Peter).
3. Leopoldo y Grace.
Los abuelos de Carlos han cobrado una gran importancia en esta
novela. Leopoldo, a parte de ayudar a su
nieto y darles consejos –igual que Grace-, trabaja en el Ágora e informa a
Carlos y a sus amigos de todo lo que va pasando con Igua.
4. La Instructora Andina. No puedo olvidarme de este gran
personaje. La esquelética y enjuta mujer que entrena a Carlos hasta agotarlo a
más no poder… El entrenamiento (y hasta que sucedió la batalla en las tierras
Yermas) se me ha hecho bastante rápido. Yo estaba como: <>. Me daba mucha pena
Carlos por todo lo que estaba sufriendo. Andina siempre me ha caído mal. Es una
persona muy dura, pero he de decir que
con lo que le pasó al final… en fin, no me lo podía creer y casi se me escapan
las lágrimas.
5. Carlos y Marina. ¡Por fin se dan su primer beso! Pero al
final me he hecho un lío con todos los personajes, porque uno parece querer al
otro, y el otro al otro. No sé cómo quedará la cosa entre ellos, ¡por
eso quiero leer la última parte! Espero que toda la trama se quede cerrada y
que se expliquen muchas cosas, como por ejemplo lo del potencial de Carlos, o
si éste debería haber estado en la Fábrica Creátor o no desde el principio.
6. El final. Tampoco me lo puedo creer. No me creo que Igua
se haya quedado así (y aquí volvieron a saltar mis nervios con un <<¡pero que
esto no puede quedar así! ¿Qué ha pasado?>>). Igua es Igua. No han podido engañarla con una trampa tan
sencilla… Y ahora sí es verdad que tengo ganas de leer el cuarto y último
libro, porque, vuelvo a repetir, no me creo lo que ha pasado con Igua. No me
entra en la cabeza. En fin, otra parte más que me ha dejado enganchada en el mundo de la imaginación.