Los cuentos de Beedle el Bardo, de J.K. Rowling, es otro libro que me gusta. A diferencia de la colección de Harry Potter que ha escrito tan grande, este es muy finito, de unas ciento y pico de páginas. Yo me lo leí el mismo día en que lo compré. (Sí, ya sé que soy una devoradora de libros).
Lo escribió poco después de que escribiera el último libro de Harry Potter -y eso que dijo que no iba a volver a escribir más-. Pues bien, el libro es como, digamos, una fábula en la que Rowling nos cuenta cinco cuentos: El Mago y el Cazo Saltarín, La Fuente de la Buena Fortuna, El Corazón Peludo del Brujo, Babbitty Rabbitty y su Cepa Carcajeante y La Fábula de los Tres Hermanos. Todos estas pequeñas pero mágicas historias, me han encantado.
Al final de cada cuento, podemos leer también de comentarios añadidos por Dumbledore, que cavila en ellos sobre pequeñas enseñanzas que nos dejan los cuentos.
Los dibujos están hechos por la misma J.K.Rowling -cosa que es como un pequeño tesoro que tendremos de ella- y, la verdad, hay que pensar un poquito para saber lo que nos quiere decir el final de cada historia.
En cuanto que me enteré que había salido a la venta, fui el primer día a la librería para comprármelo. ¡No podía dejar un libro de Rowling sin leérmelo! Han sido muchos años, siete, en concreto, que llevo siguiendo sus aventuras con sus libros de Harry Potter. Un abrazo,
*Patri*
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